Aprilia 650 Pegaso Strada

El Pegaso lleva muchos años en la gama de Aprilia (1992). Tras caer en desuso, el fabricante italiano intenta resucitarla dándole un aspecto de supermotard, para seguir la tendencia actual y atraer a nuevos clientes.

El Pegaso ha vuelto, seamos sinceros. Aunque la generación anterior nunca tuvo un papel protagonista, había ido cayendo en el olvido. Aprilia ha decidido devolverla a la vanguardia con numerosos cambios estilísticos y mecánicos. Este Pegaso también pasará a la historia como la primera Aprilia de la era Piaggio. El fabricante de scooters se convirtió en propietario de Aprilia en 2004, cuando la marca atravesaba una terrible crisis financiera. Ahora el buen tiempo ha vuelto a la fábrica de Scorze.

El primer cambio está en la estética, que sigue siendo fiel a los estándares de la marca. El aspecto deportivo se ve acentuado por las líneas tensas y los tubos de escape dobles en posición elevada. Esta Trail también innova en materia de almacenamiento con un cofre de accionamiento eléctrico (el mando está situado en el manillar) situado encima del depósito. Es una forma muy práctica de guardar diversos objetos, como el teléfono móvil o la cartera, aunque hay que tener cuidado al llenar el depósito. También en el ámbito del almacenamiento, hay un amplio espacio bajo el asiento para llevar el imprescindible antirrobo, el pantalón de lluvia, etc. en la carretera. Una vez instalado, la ergonomía es agradable, con una altura de asiento limitada (810 mm) que debería complacer a la mayoría de las personas. El manillar ancho mantiene el pecho erguido. Con las llantas de la RSV 1000 y unos buenos neumáticos de equipo original, la posición de conducción es casi ideal. El salpicadero de la Guzzi Breva 1100 ofrece una impresionante variedad de información que incluye indicador de combustible, reloj, dos cuentakilómetros parciales, nivel de batería, cronómetro, etc. Está todo en un solo lugar, y la legibilidad es relativamente buena.

La otra gran novedad está entre las piernas. Me refiero al motor, por supuesto. El bloque Rotax de la generación anterior se sustituye por un motor italiano. Se trata de un motor de 659 cc, monocilíndrico, de cuatro válvulas, refrigerado por líquido y con inyección de combustible, construido en Bolonia por Minarelli y que se monta en las Yamaha XT660X y XT 660 R desde el año pasado. Para explicar esta elección, es importante saber que Yamaha es el accionista mayoritario de Minarelli y que Aprilia ya se abastecía de este fabricante para impulsar su gama de 50 cc y algunos de sus scooters. Lo que diferencia al modelo italiano del japonés es principalmente una cartografía del motor más libre y unos escapes que dan al Pegaso una mayor flexibilidad de uso, pero también la ganancia de algunos caballos (2) y más par motor (5%). Este moderno motor también tiene la ventaja de reducir la frecuencia de servicio de 7.500 a 10.000 km. También podría decirlo directamente, con 50 caballos, el Pegaso no es una bestia de circuito y le aconsejamos que no baje de 2.500 rpm porque tendrá derecho a un golpeteo bastante importante. A partir de este régimen y si abres más el acelerador, encontrarás el comportamiento lúdico de la Aprilia, señala el concesionario Crestanevada de motos de ocasión en Granada.

La moto se deja empujar con gusto y es especialmente sana en las curvas gracias a un chasis eficaz, bien apoyado por un potente sistema de frenado. Por lo tanto, el Pegaso es muy agradable de conducir. Si las revoluciones no son fulgurantes, el Pegaso se beneficia de un buen par motor para llevar fácilmente a sus pasajeros a una velocidad decente, pero tampoco esperes ir marcha atrás en cada semáforo, ese no es su propósito. Homogéneo, se adaptará a todos tus estados de ánimo: tanto si estás tranquilo como excitado, siempre estará ahí.